jueves, 13 de agosto de 2009


Muy 'clavados' con Kudai

Lunes, 10 de Agosto de 2009
Se reúnen los deportistas Paola Espinoza y Rommel Pacheco con la banda chilena Desde que la clavadista Paola Espinosa escuchó por primera vez en la radio "Quiero", de Kudai, y se enganchó con el ritmo y letra, tuvo el gusanito de conocer al grupo, formado en Chile.


Sin embargo, cuando se dio la oportunidad de que ella y su novio, el también clavadista Rommel Pacheco, conocieran a los integrantes del cuarteto, Bárbara, Gaby, Pablo y Tomás, la deportista "salpicó" de más con su entrada...
"Es que un día escuché la canción 'Quiero' y me encantó, así que la bajé de internet", dijo Paola, cuando fue interrumpida por la banda con exclamaciones como "¡aaahhh!, ¿cómo que por internet? Nooo, ¡no hay que bajar música de esa manera!".
"Damos por terminada la conversación", replicó Gaby, en tono de broma.
"Bueno, es que me encantó, y ya luego fue mi novio a una tienda de discos y me buscó el álbum, y así me hice su fan", precisó la bajacaliforniana durante la reunión, celebrada en la Ciudad de México.
Y llegaron las felicitaciones de los intérpretes de "Nada Es Igual" para los clavadistas. A ella, por su medalla de oro en plataforma de 10 metros en el pasado Mundial de Roma.
Y a él, por la plata que ganó en la Universiada de Belgrado, también en julio.
"Creo que el deporte es lo que une a la gente, y qué gran honor que una chica que representa no sólo a México, sino a Latinoamérica, diga que es admiradora de lo que hacemos.
Y nosotros admiramos lo que ha hecho, porque ser la mejor, la campeona del mundo, eso es genial", dijo Bárbara cuando ambos les enseñaron las preseas.
"Pero me imagino que hacen mucha dieta para rendir mejor, ¿no?", les preguntó Gaby.
"¡Ay, no!", explicó Paola, "soy un poco descuidada para eso, pero tengo un excelente metabolismo".
"Es que como hacemos mucho ejercicio, entrenamiento, lo quemamos rápido. Además, en vacaciones, un helado es delicioso", añadió Rommel.
Gaby fue la única que dijo no ser muy afecta a los helados, aunque eso sí, se acabó el de mamey que pidió para posar en las fotos.
Bárbara y Pablo tomaron de fresa; Tomás, de chocolate, y los "tortolitos", de tutti frutti.
"Bueno, si se casan, nos invitan a la boda y nosotros les hacemos su canción nupcial", prometió Tomás.
"Nooo, no, para nada", respondió la medallista, "lo hemos platicado, pero es muy lejano, falta mucho".
Y Rommel también dio sus argumentos.
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"No es que no queramos", matizó, "es que todo a su tiempo, estamos aún en fase de preparación, queremos ir a los Juegos Olímpicos (de Londres 2012), hay otras prioridades", matizó Pacheco.
A Paola la inquietaba saber si los cantantes sienten lo mismo cada vez que están a punto de salir al escenario.
"¿Siempre sienten lo mismo en todos en todos los lugares; qué sienten de ser tan famosos?".
"La adrenalina es la misma", contestó Bárbara, "pero un show nunca es igual. A veces vamos a lugares que parecen 'x', y resulta que hay muchísima gente y canta con nosotros.
Lo de ser famosos, depende, no siempre es agradable: un día un fan me besó en la boca, mal plan, y pues lo quité".
"Y ustedes, qué sienten, cuando van en la plataforma o en el trampolín y están a punto de saltar?", cuestionó Tomás.
"Uno se concentra, quizás volteo a ver a la entrenadora para que me dé una última indicación. El entrenamiento de 12 o 14 horas diarias te ayuda mucho a concentrarte.
Sólo descansamos los domingos", dijo Rommel.
Los cantantes se mostraron sorprendidos al enterarse que el desgaste físico de un clavadista es propiciado por los golpes que sufren al llegar al agua.
"La velocidad con la que entras al tirarte de la plataforma es rapidísima, por eso el golpe desgasta articulaciones, se van deteriorando. Eso merma la capacidad de presentación de un clavadista, y al final hace más trampolín, porque no duele tanto", precisó Pacheco.

(Juan Carlos García/ Agencia Reforma)

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